En Abril de 1939, una vez que Madrid ha caído en mano de las tropas sublevadas (lo que supone el fin de la Guerra y la caída de la II República que abre un período negro de la historia de España pues serán 40 años de dictadura, represión y falta de libertades) Miguel Hernández intenta huir a Portugar. Es detenido y llevado a prisión hasta el 17 de septiembre (cinco días después de escribir esta carta). Desde la cárcel escribe a Josefina una hermosa y emotiva carta.
Estos días me los he pasado cavilando sobre tu situación, cada día más difícil. El olor de la cebolla que comes me llega hasta aquí, y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles, te mando esas coplillas que le he hecho, ya que aquí no hay para mí otro quehacer que escribiros a vosotros y desesperarme.
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En este vídeo puedes escuchar algunos fragmentos.
Al salir de la cárcel, Miguel irá a Orihuela a encontrarse con su mujer y su hijo. Pero volvió a ser detenido. En enero de 1940 fue condenado a muerte y en junio se le conmutó la pena por 30 años de prisión. Tras pasar por las cárceles de Palencia, Madrid, Ocaña y Alicante, Miguel murió en marzo de 1942.
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